Page 19 - La batalla de Little Big Horn o el canto del cisne de los Pieles Roja
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Año XXIV, Número 44, Julio 2024

           Depósito Legal M-34.164-2001

                 ISSN 1695-6214
                                               La batalla de Little Big Horn o el canto del cisne de los Pieles Roja



                           La  furia  de  Caballo  Loco  y  Toro  Sentado,  se  descargó  con
                    determinación  y  sin  piedad  alguna.  Como  señala  LaPointe  (2009),  lo  único

                    importante para estos guerreros, era acabar con los hombres del Séptimo de

                    Caballería.


                           El trámite bélico duró poco. En media hora o quizás menos, los indios
                    aniquilaron  a  todos  los  hombres  de  la  columna  de  Custer,  incluido  el

                    comandante.  La  muerte  de  “Cabellos  Dorados”  entró  en  la  leyenda  y  no
                    sabemos exactamente cómo murió. En la investigación de Hernández (2009),

                    un testigo arapajoe, dice haber visto a Custer apoyado en manos y rodillas,

                    con una herida de bala en su costado.


                           Otra fuente, el teniente James Bradley, que tuvo acceso al campo de
                    batalla y pudo ver el cuerpo de Custer, señala que el comandante tenía una

                    herida de bala en la sien, lo que podría corresponder a un suicidio, para evitar
                    las torturas de los Pieles Roja. Al final del día, la columna estaba totalmente

                    destruida y todos sus hombres masacrados.


                           Los  soldados  de  Reno  y  Benteen  pudieron  resistir  dos  días  más

                    combatiendo, resistencia que permitió la llegada de refuerzos. Para entonces,
                    los  guerreros  de  Caballo  Loco  y  Toro  Sentado  ya  habían  levantado  el

                    campamento  y  se  habían  retirado  lejos  del lugar de  la  batalla. Sobre  estas

                    acciones  finales,  Cozzens  (2018)  afirma  que  lo  que  aparecía  como  una
                    victoria  aplastante  e  incuestionable  de  las  fuerzas  indias,  se  convertiría,  a

                    poco andar, en el fin de la resistencia de estos bravos guerreros.


                           En la próxima sección del artículo, veremos  con más detalle, en qué
                    consistió la persecución y exterminio de las tribus que vivían libremente en las

                    grandes  praderas.  Por  ahora,  podemos  adelantar  que  los  gritos  y
                    exclamaciones de valor que se escucharon en esas infinitas llanuras, aquella

                    calurosa  tarde  del  25  de  junio  de  1876,  fueron  también  un  bello  canto  de

                    liberación  de  los  nativos  que,  ya  presentían  el  exterminio  próximo  de  sus




                               Historia Digital, XXIV, 44, (2024). ISSN 1695-6214 © J. Brower, 2024                  P á g i n a  | 68
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