Page 17 - La batalla de Little Big Horn o el canto del cisne de los Pieles Roja
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Año XXIV, Número 44, Julio 2024

           Depósito Legal M-34.164-2001

                 ISSN 1695-6214
                                               La batalla de Little Big Horn o el canto del cisne de los Pieles Roja



                    bosque  en  donde  podría  armar  una  línea  de  fuego  infranqueable  para  los
                    indios.


                           Sin embargo, los cálculos de Reno fallaron por completo. El ataque de

                    Caballo Loco y Toro Sentado fue abrumador para las fuerzas del oficial. Es el

                    momento en que Reno empieza a perder la compostura y el juicio militar, para
                    enfrentar  tamaña  embestida.  Como  apunta  Hernández  (2009),  las  órdenes

                    desesperadas del comandante, se tradujeron en una verdadera estampida de
                    los  soldados  a  su  cargo.  Reno  visualizó  una  colina  en  la  que  podrían

                    establecer una defensa más contundente. Tratar de alcanzarla, le significó-en

                    medio  del  caos-desproteger  la  retaguardia.  Los  indios  aprovecharon  esta
                    situación  y  le  persiguieron  al  galope,  aniquilando  a  decenas  de  soldados.

                    Conquistar  la  colina,  para  Reno,  significó  40  hombres  muertos  y  37
                    desaparecidos.


                           Doval (2009) nos aporta que la tropa se agrupó de la mejor manera,

                    incluso matando a sus caballos para parapetarse en sus cuerpos. Dos horas

                    duraron  los  ataques  intensos  de  los  indios.  Casi  milagrosamente  apareció
                    Benteen y sus hombres, quienes andaban tras los movimientos de Custer, sin

                    poderlo  encontrar.  Viendo  la  débil  posición  de  Reno  y  sus  diezmadas
                    huestes, Benteen decide postergar la ayuda a la columna que dirigía Custer,

                    para salvar a Reno de un desastre total.


                           De  este  modo,  Custer  queda  literalmente  solo  con  su  columna,  para

                    acometer un asalto que, a la postre, sería un acto suicida en el que perecería
                    él  y  todos  sus  hombres.  En  ese  momento  de  la  batalla,  como  bien  apunta

                    Hernández (2009), es Caballo Loco quien va al encuentro de Custer con la
                    mayor  parte  del  contingente  de  guerreros,  dejando  un  grupo  reducido  que

                    seguía hostigando a Reno y Benteen.


                           La primera arremetida del oficial norteamericano fue bien resistida por

                    Caballo Loco y sus fuerzas. Luego comienza el contraataque del comandante




                               Historia Digital, XXIV, 44, (2024). ISSN 1695-6214 © J. Brower, 2024                  P á g i n a  | 66
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