Page 32 - Retornados. La repatriación final a Coruña
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Año XXIV, Número 44, Julio 2024

             Depósito Legal M-34.164-2001
                  ISSN 1695-6214                    Retornados. La repatriación final a Coruña, Vigo y Ferrol (agosto de 1898…


                    Nuevo  Mundo,  nada  más  apearse  del  tren.  Uno  de  ellos  ostenta  la  Cruz
                    Laureada  de  San  Fernando  en  la  guerrera,  y  en  el  cuerpo  5  cicatrices  de

                    machete y dos de bala. Se llama Gregorio Cardenas Urrutia, y es sargento.

                    Ha  sido  protagonista  de  varias  acciones  heroicas  como  miembro  de  la
                    columna Escario. El diario El Imparcial le hará entrega de 500 pesetas, fruto

                    de  una  suscripción popular.  Ese mismo  día  partirá  hacia  Cartagena,  donde
                    tiene previsto visitar a la familia de un oficial al que salvó la vida en combate,

                    y  rendir  honores  a  su  general.  Otros  dos  cubanos  mulatos  -uno  de  ellos

                    apenas un muchacho- lucen también varias condecoraciones. El más joven,
                    todavía  de  cara  aniñada,  se  llama  José  Esnal  Gutiérrez,  y  ha  luchado

                    heroicamente en El Caney, formando parte de las tropas del general Vara de
                    Rey. Su compañero, de mayor edad -llamado Andrés Valdés-, ostenta en el

                    pecho  tres  cruces  pensionadas,  recompensa  a  la  heroicidad  mostrada  en
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                    combate.


                           No  todos  sus  compatriotas  serán  tan  afortunados.  Tras  desembarcar
                    en Coruña la mayoría han recibido dos meses de soldada, pero su situación

                    es muy distinta a la de las tropas peninsulares. A diferencia de estas, ellos
                    carecen  tanto  de  hogar  como  de  parientes  en  España  que  puedan

                    socorrerles. Sus familias han quedado en la isla, repudiadas, estigmatizadas,
                    sin otro sustento que su propio esfuerzo para salir adelante.



                           Muchos malviven hacinados en buhardillas, en grupos de ocho o diez,
                    pasando hambre y penalidades. La mayoría terminarán regresando a la isla

                    caribeña a cuenta del erario publico, tras consulta realizada al Ministro de la
                    Guerra por parte del capitán general de la región militar gallega.


                           Mucho menos lamentable era, sin duda, la situación de los voluntarios

                    españoles  afincados  en  la  capital  argentina.  Destaca  entre  ellos  el  célebre

                    Cabo Lara, héroe de Cacarajicara, conocido entre la tropa como el cabo de
                    las  cruces  por  ostentar  en  su  guerrera  dieciocho  cruces  rojas.  Tras  el





                           37    Nuevo Mundo, 12 de octubre de 1898, p.13.




                             Historia Digital, XXIV, 44, (2024). ISSN 1695-6214 © José A. Tojo, 2024                  P á g i n a  | 146
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