Page 23 - Retornados. La repatriación final a Coruña
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Año XXIV, Número 44, Julio 2024
Depósito Legal M-34.164-2001
ISSN 1695-6214 Retornados. La repatriación final a Coruña, Vigo y Ferrol (agosto de 1898…
población civil. Pero si lo sucedido hasta el momento había causado ciertos
trastornos logísticos, mínimamente aliviados por los trenes hospital, lo que
estaba por llegar iba a desbordar las peores y más dramáticas expectativas.
La mañana del 13 de septiembre entra en Vigo el transporte francés
Cheribón trayendo a bordo 949 soldados en unas condiciones nunca vistas
anteriormente. La práctica totalidad del pasaje -790 hombres (83%)- sufre de
fiebres palúdicas, tifus o disentería. Quinientos de ellos están muy graves. Un
centenar, prácticamente desahuciados. Para atenderlos han venido un
sargento, dos cabos, 46 soldados de sanidad militar, 16 enfermeros y un
equipo de médicos y cirujanos.
El buque -propiedad de la Compagnie Nationale de Navigation, y
arrendado al gobierno francés por la Trasatlántica Española- se ha visto
obligado a acoger a los pacientes procedentes del hospital militar de Santiago
de Cuba, apresuradamente evacuado bajo presión norteamericana. Cruz
Roja Española en la isla denunciará en más de una ocasión las condiciones
en las que la sanidad militar y su propia organización se ven obligadas a
embarcar a los enfermos. Los hospitales están siendo desalojados de forma
precipitada y caótica, casi a empujones, exponiendo a los convalecientes a la
intemperie durante horas antes de subirlos a las lanchas, las cuales carecen
de resguardo alguno contra la lluvia y las inclemencias del tiempo. Desde los
muelles deben las balleneras alcanzar los vapores de la Trasatlántica,
anclados a cierta distancia de puerto. Tan lamentable es el estado de salud
de algunos hombres que incapaces de soportar el trayecto, expiran su ultimo
aliento durante el traslado.
La situación en el interior del Cheribón es terrible. Los hombres se
apiñan en cubierta o acostados sobre colchonetas por los pasillos, por donde
se camina esquivando cuerpos rodeados de inmundicia y excrementos. El
olor que se respira a bordo es insoportable.
Dirige la expedición el coronel de la Guardia Civil Juan José Molina
Pérez y viajan a bordo restos de treinta y seis batallones distintos reducidos
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