Page 59 - Retornados. La repatriación final a Coruña
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Año XXIV, Número 44, Julio 2024

             Depósito Legal M-34.164-2001
                  ISSN 1695-6214                    Retornados. La repatriación final a Coruña, Vigo y Ferrol (agosto de 1898…


                           Las cifras de fallecidos en los sanatorios de la Cruz Roja en Galicia son
                    francamente bajas en relación con el volumen de ingresados. En Ferrol, por

                    ejemplo, donde se llegó a tener 113 soldados enfermos, se registran cuatro

                    defunciones  (3,5%).  Vigo  arroja  cifras  superiores,  con  107  ingresos  y  22
                    óbitos (20,5%). En Santiago de Compostela, la cifra de fallecidos tras cinco

                    ingresos es nula, al igual que en Lugo y Orense, estaciones de transito hacia
                    el interior peninsular, donde la organización carece incluso de sanatorio local.



                           Los buques con mayor numero de bajas son coincidentes con aquellos
                    llegados  con un mayor volumen  de  enfermos:  el  Alicante,  en  el primero  de

                    sus viajes, con un 94% del pasaje convaleciente; el Cheribón, con el 83% en
                    idéntica  situación,  y  el  Notre  Dame  de  Salut,  con  el  62%  encamado  o  en

                    enfermería.  Sus  cifras  de  fallecidos  son  las  más  altas  de  la  repatriación  al
                    noroeste y norte peninsular, acumulando más de un centenar de muertos en

                    cada uno de ellos. La anemia, la disentería, el paludismo y la tuberculosis se

                    cobraron muchas más vidas de las que lo habían hecho las balas.


                           El  perfil  del  repatriado  enfermo  es  casi  siempre  el  de  un  muchacho
                    joven, menor de veintiún años de edad, con uno o dos años de servicio en la

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                    isla.   Esa  fue  la  victima  propiciatoria  de  aquellas  enfermedades,  y  la  que
                    llegó  en  los  primeros  barcos  que  surcaron  el  océano.  Los  barcos  de  la
                    muerte, como llegarían a ser conocidos. La decisión de evacuar primero a los

                    enfermos  de  Cuba  respondió  en  buena  medida  a  las  exigencias
                    norteamericanas  por  quitarse  de  encima  cuanto  antes  focos  adicionales  de

                    contagio.  Infestación  que,  dicho  sea  de  paso,  hasta  sus  propias  tropas
                    padecían  en  igual o  mayor  medida  que  las  nuestras.  Pero  la  huella  que  la

                    llegada  de  aquellos  hombres  anémicos,  cubiertos  con  mantas,  sucios  y

                    descalzos descendiendo de los buques va a dejar en el imaginario colectivo
                    nacional será imborrable. Imagen magnificada y amplificada hasta la saciedad




                           82      ULECIA  Y  CARDONA,  Rafael:  Revista  de  Medicina  y  Cirugía  Practicas
                    (Real Academia de Medicina de Madrid. Extracto de la sesión del día 4 de Febrero de 1899).

                    Tomo XLIV. Imp. de Nicolás Moya, Madrid, 1899. p.258.




                             Historia Digital, XXIV, 44, (2024). ISSN 1695-6214 © José A. Tojo, 2024                  P á g i n a  | 173
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