Page 3 - La ciudad y su planificación en el espacio. Un ejemplo en el Madrid de principios del siglo XX
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Año XXV, Número 45, enero 2025
Depósito Legal M-34.164-2001
ISSN 1695-6214
La ciudad y su planificación en el espacio. Un ejemplo en el Madrid de principios del siglo XX
estaba irregularmente distribuida. “En Escandinavia, -señalará Roberts- el sur
montañoso y las llanuras del este estaban escasamente poblados; el noroeste disfrutaba
de mayor población y de más urbanización. Los países más densamente poblados en
1880 eran Bélgica (481 milla cuadrada), Holanda (304) y el Reino Unido (297). Pero hay
dificultades al hablar de los promedios nacionales, porque tales cifras ocultan diferencias
tan grandes como las que hay, por ejemplo, entre Lancashire e Inverness-Shire, o entre
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el Ruhr y Pozsnan” .
En el desarrollo urbano tuvo gran importancia la aparición del ferrocarril y
viceversa; “la existencia de centros urbanos, ya sólidamente construidos, atrae los
railes. Únicamente las grandes estaciones urbanas aseguran buenos dividendos... Han
movilizado la mano de obra y han extraído a menudo de las reservas rurales los
numerosos equipos de los contratistas de trabajos públicos que construían las líneas...
Puede evaluarse en centenares de miles el número de trabajadores que el ferrocarril
atrae fuera de sus campos para hacinarlos en las ciudades...” . Morazé nos indica un
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gran éxodo del campo a la ciudad; este contingente de población que buscaba una
mejora en su salario fue, en su mayoría, un nuevo componente ciudadano, ya que sólo
una mínima parte de los trabajadores volvieron a sus lugares de origen. Así, los obreros
que permanecieron se instalaron donde pudieron, transformándose la fisonomía de la
ciudad a marchas forzadas; esta nueva concepción ciudadana transformó los centros
urbanos de las ciudades europeas, y dividió a las ciudades en barrios, en los que se
situaron los habitantes de las ciudades según su nivel de renta.
Debido a la crisis de la vivienda, el precio de la misma se disparó, y los barrios
periféricos ofrecieron mejores perspectivas de compra o alquiler a los trabajadores, por
lo que se abandonó la costumbre de que el centro urbano fuese habitado por ricos y
pobres, los cuales convivían en la misma finca sólo diferenciados por habitar en el
“principal” (burguesía) o en la “buhardilla” (trabajadores). Se abandonó, por tanto, la
1 ROBERTS, John M.: Europa desde 1880 hasta 1945. Aguilar, Madrid, 1980. Pág. 29.
2 MORAZÉ, Charles: El apogeo de la burguesía. Labor, Barcelona, 1965. Pág. 304.
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