Page 16 - Retornados. La repatriación final a Coruña
P. 16

Año XXIV, Número 44, Julio 2024

             Depósito Legal M-34.164-2001
                  ISSN 1695-6214                    Retornados. La repatriación final a Coruña, Vigo y Ferrol (agosto de 1898…


                    ellos de extrema gravedad. De continuar por más tiempo en esas condiciones
                    cabe  la  posibilidad  de  epidemia  a  bordo.  Esa  misma  noche  tendrá  lugar  el

                    suicido del teniente de caballería Niceto Llerena y Villarreal, que viaja con su

                    hermano, capitán del mismo arma. El oficial, que gozaba de buen estado de
                    salud, se descerraja de madrugada un tiro en la sien, falleciendo en el acto.

                    Se desconocen los móviles que pudieran haberle impulsado a ello, pero los
                    rumores apuntan a que ya en Cuba había intentado acabar con su vida. Su

                    cadáver será conducido a la instalación, donde le será practicada autopsia.


                           Ante  la  notoria  necesidad  de  espacio  y  la  gravedad  de  los

                    acontecimientos, al día siguiente entra en puerto el crucero acorazado Carlos
                    V trayendo a remolque desde Ferrol a la fragata Almansa, destinada a cubrir

                    las funciones de buque hospital a pesar de no contar con las adaptaciones
                    necesarias  para  ello.  Inspeccionada  por  el  capitán  general  del  apostadero,

                    subinspector de sanidad militar, medico mayor y por el gobernador civil, se

                    observa  la  inexistencia  de  quirófano, farmacia,  letrinas  y  camas en  numero
                    suficiente al necesario. Las que hay las ocupa la tripulación, que asciende a

                    400  marinos.  Para  acoger  a  los  enfermos  se  haría  preciso  reducirla
                    drásticamente,  entoldar  la  cubierta  y  habilitar  camas.  Y  con  ello  solo  se

                    conseguiría  espacio  para  200  pacientes  en  la  batería  y  otros  tantos  en
                    cubierta, dejándolos prácticamente a la intemperie.






                           El  2  de  septiembre,  tras  recibir  vestimenta  y  calzado  comienza  el
                    desembarco. Desalojan primero los hombres en buen estado, y por la tarde

                    tiene lugar el lento trasiego de enfermos. Quinientos marinos  -entre los que
                    se  incluyen  un  comandante  y  doce  oficiales-,  van  a  ser  alojados  en  el

                    lazareto. Al Patriota pasan cerca de un centenar de individuos, en su mayoría

                    mandos, junto con su general todavía convaleciente, y la plaza de toros local
                    dará una vez más un respiro, posibilitando el alojamiento provisional de 428

                    repatriados.









                             Historia Digital, XXIV, 44, (2024). ISSN 1695-6214 © José A. Tojo, 2024                  P á g i n a  | 130
   11   12   13   14   15   16   17   18   19   20   21